Vivimos en una época de profunda intolerancia, la globalización es meramente circunstancial ya que a los efectos emocionales seguimos estando divididos. Nos encerramos en una coraza que pretender diferenciarnos de los demás, hacernos sentir que mejores como en especie… ¡o al menos vivir en esa utopía! Lo mas critico es que no solo queremos sentirnos y vernos diferentes, si no que de la misma forma vivimos con un impulso visceral de luchar contra la felicidad de los otros… otros que ni ofenden ni dañan. Aquellos que solo quieren propagar el amor y son visto como si de algún pecado se tratase. Como si el mundo ahora funcionara al revés…
El ejemplo es esta tierna pareja que únicamente querían dejar salir su calentura de lo mas profundo de sus genitales cuando persona, inescrupulosas, envidiosas, malvadas y crueles no descansaron hasta ver frustradas sus intenciones.
En un mundo así no se puede vivir, lastimosamente…
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